Si un paciente cree que ha sido víctima de negligencia médica, debe seguir los siguientes pasos:
- Contacte antes de realizar ninguna acción ni advertir nada a los médicos con un abogado especializado
- Obtener copias de todos los registros médicos relacionados con el tratamiento que recibió.
- Obtener pruebas que acrediten el daño que va a reclamar.
- Analizar con el perito médico si su caso tiene viabilidad.
Para demostrar una negligencia médica es necesario contar con pruebas que acrediten que el médico no actuó con la diligencia debida. Algunas de las pruebas que pueden ser útiles para demostrar la negligencia son: el informe médico, los resultados de pruebas diagnósticas, los testimonios de otros profesionales médicos y los testimonios de la propia víctima y de sus familiares y sobre todo un informe pericial realizado por un especialista que acredite que se cometió una negligencia.
Si un paciente ha sufrido daño debido a la negligencia médica, puede presentar una demanda por indemnización por los daños y perjuicios sufridos. Para reclamar una indemnización por negligencia médica, se debe demostrar que el médico tuvo la responsabilidad de proporcionar un estándar de cuidado razonablemente competente, que no cumplió con su deber de cuidado y que el paciente sufrió daño como resultado de su negligencia.
Los médicos que cometen negligencias pueden enfrentar consecuencias legales, que pueden incluir:
- Obligación de reparar el daño causado o compensar económicamente el daño
- inhabilitación temporal para ejercer su profesión
- Sanciones penales en caso de que se haya cometido un delito.
- Una sanción económica o una multa.
- Pérdida de la licencia médica.
- Acciones disciplinarias por parte del Colegio de Médicos.
Los médicos que cometen negligencias pueden enfrentar consecuencias legales y disciplinarias. En España, el Real Decreto Legislativo 1/2015, de 24 de julio, establece el régimen disciplinario de los profesionales sanitarios. Las sanciones que pueden imponerse a los médicos van desde la amonestación hasta la inhabilitación para el ejercicio de la profesión. Además, en casos de negligencia grave o dolosa, el médico puede enfrentar responsabilidad penal y ser condenado a una pena de prisión.
El cálculo de la indemnización por negligencia médica depende de varios factores, como el tipo de daño sufrido, la duración del daño, los gastos médicos y los ingresos perdidos. Para calcular la indemnización, se suelen considerar los siguientes factores:
- Valoración del daño físico a través de la legislación de valoración del daño.
- Gastos médicos y de rehabilitación.
- Salarios perdidos.
- Dolor y sufrimiento.
- Gastos futuros, como gastos médicos y pérdida de ingresos.
En España, el plazo para presentar una demanda por negligencia médica dependerá de la vía elegida para reclamar, habitualmente debe tomarse como plazo el de un año desde que el paciente tuvo conocimiento del daño sufrido, y un máximo de cinco años desde que se produjo la negligencia.
Debe tenerse en cuenta siempre que, en vía civil y administrativa, los plazos comienzan a contar desde que el daño termina de producirse, así mientras exista un tratamiento, acreditable, no corre el plazo de prescripción.
Siempre conviene consultar cualquier duda con un abogado especialista
Para demostrar la negligencia médica, se deben presentar pruebas que demuestren que el médico no proporcionó un estándar de cuidado razonablemente y que como consecuencia de esa falta de cuidado se ha producido un daño efectivo, los riesgos o futuros daños no son considerados suficientes para iniciar una reclamación.
El cálculo de la indemnización por negligencia médica varía en función del tipo de daño sufrido por la víctima.
En España, la Ley de Responsabilidad Civil y Seguro en la Circulación de Vehículos a Motor establece las bases para el cálculo de la indemnización en caso de lesiones causadas por accidentes de tráfico.
Sin embargo, aunque en el caso de la negligencia médica, no existe una ley que establezca los criterios para el cálculo de la indemnización suelen aplicarse las normas de los accidentes de tráfico.
En general, se suele tener en cuenta el daño físico o psicológico sufrido por la víctima, los gastos médicos y de rehabilitación, la pérdida de ingresos y el cambio de vida que ha supuesto la negligencia.
Para demostrar una negligencia médica es necesario contar con pruebas que acrediten que el médico no actuó con la diligencia debida.
Si considera que ha sufrido una negligencia médica lo mejor es que consulte su caso con un abogado especialista.
Algunas de las pruebas que pueden ser útiles para demostrar la negligencia son: el historial clínico completo, los resultados de pruebas diagnósticas, los testimonios de otros profesionales médicos y los testimonios de la propia víctima y de sus familiares.
Para encontrar un abogado especializado en negligencia médica es recomendable que acuda a personas con acreditada solvencia, en nuestra página hemos unido a los mejores despachos de abogados de España y los casos son repartidos en función de una especialización específica en los distintos casos en los que el abogado tenga más experiencia.
Si desea buscar un abogado al margen de la página, puede acudir al colegio de abogados de su zona para buscar recomendación, o buscar referencias por internet. No recomendamos la búsqueda de abogados a través de asociaciones ya que puede tratarse de un simple sistema de captación de clientes.
Cambiar de abogado a mitad de proceso es complicado, se lo decimos porque recibimos habitualmente a afectados que han elegido abogados equivocados solicitando un cambio y es muy difícil.
Es importante elegir un abogado con experiencia en este tipo de casos y que inspire confianza.
La mejor recomendación que podemos darle es que se asegure -si es posible por escrito- que va a poder hablar directamente con el abogado que lleva su caso a lo largo de todo el proceso.
Si ha encargado su caso a un abogado que durante el proceso no le informa, no tiene empatía y sobre todo no permite que hable directamente con él, sepa que su caso no está en buenas manos. Si no le atiende correctamente -sin abusar, claro está- es que es plenamente consciente que no está llevando correctamente su caso, por más que su secretaria o pasante le diga que tiene mucho prestigio y ha ganado muchos casos.
Si no tiene tiempo para atenderle, no tiene tiempo para su caso, créanos cuanto antes tome la decisión será mejor.
Usted tiene derecho a cambiar de abogado en cualquier momento y si no es demasiado tarde, su abogado puede ser sustituido por otro mejor.
también puede contactar con el colegio de abogados correspondiente y presentar una queja. Pero si hace eso esté dispuesto a cambiar de abogado y siempre es mejor dar este paso antes de nada.
Los pacientes tienen derecho a acceder a sus registros médicos en cualquier momento. En España, la Ley de Autonomía del Paciente establece que los pacientes tienen derecho a obtener copias de sus registros médicos, así como a solicitar la rectificación de datos incorrectos.
Para obtener copias de los registros médicos, el paciente debe presentar una solicitud por escrito al médico o al centro de atención médica correspondiente. La ley establece un plazo máximo de un mes para proporcionar las copias, aunque a veces suelen ser mayores. Antes de realizar una solicitud de la historia clínica consulte con un abogado para no cometer errores que pueden ser cruciales en la defensa de su caso.
Cuando un paciente sufre una negligencia médica en un hospital, puede presentar una demanda contra el hospital. En España, la responsabilidad del sistema sanitario en casos de negligencia médica es habitual en casos de sanidad pública.
Igualmente se puede demandar a la clínica o compañía aseguradora en caso de sanidad privada.
La ley establece que los hospitales son responsables de los daños causados por sus empleados en el ejercicio de sus funciones. Por lo tanto, si un médico del hospital comete una negligencia médica, el hospital puede ser considerado responsable. Como cada caso es distinto y tiene muchos matices es mejor consultar a un abogado antes de realizar ninguna actuación por nuestra cuenta.
Si un paciente sufre una lesión permanente como resultado de una negligencia médica, puede tener derecho a una indemnización. En España, la indemnización por lesiones permanentes está regulada por el Baremo de Indemnizaciones por Lesiones en Accidentes de Tráfico.
Este baremo establece una serie de indemnizaciones en función del tipo de lesión y de las circunstancias del paciente. En el caso de las lesiones permanentes, deberá realizarse un estudio por parte de un profesional especializado en valoración del daño corporal para que establezca el valor que la legislación atribuye al daño. Las indemnizaciones más altas recibidas en España por una negligencia médica han llegado a los 3 millones de euros.
El error diagnóstico es la principal causa de negligencias médicas en España.
Cuando un médico realiza un diagnóstico equivocado, el paciente puede sufrir daños adicionales al recibir un tratamiento incorrecto o tardío. En España, el diagnóstico equivocado puede considerarse una negligencia médica si se demuestra que el médico no actuó con la diligencia debida.
El paciente tiene derecho a solicitar una segunda opinión médica y a exigir una explicación por parte del médico. Si se demuestra que el diagnóstico equivocado fue el resultado de una negligencia médica, el paciente puede presentar una demanda y reclamar una indemnización.
Todos los tratamientos y procedimientos médicos tienen riesgos asociados.
Es importante que los médicos expliquen estos riesgos a los pacientes antes de realizar cualquier intervención médica.
En España, la Ley de Autonomía del Paciente establece que los pacientes tienen derecho a recibir información clara, comprensible y adaptada a sus necesidades sobre los riesgos y beneficios de los tratamientos y procedimientos médicos que se les propongan.
En caso de que el paciente no haya recibido información suficiente y adecuada sobre los riesgos, podría estar ante un caso de negligencia médica.
Las infecciones hospitalarias son un riesgo para la salud de los pacientes que se encuentran hospitalizados.
En España, el Real Decreto 577/2017 establece medidas para la prevención y control de las infecciones asociadas a la atención sanitaria.
Los hospitales tienen la obligación de implementar medidas para prevenir estas infecciones y garantizar la seguridad de los pacientes.
En caso de que un paciente contraiga una infección mientras se encuentra hospitalizado, es importante que se informe al personal médico y se tomen las medidas necesarias para tratar la infección y prevenir su propagación.
La falta de diagnóstico correcto en una sepsis es una de las causas más comunes de negligencias médicas, existen abogados especializados en casos de sepsis -infección bacteriana- como Adolfo Aguirre, debido al gran número de casos de negligencia por sepsis que ha dirigido.
En España, el acceso a la atención sanitaria está garantizado por el Sistema Nacional de Salud, pero existen limitaciones en la cobertura de algunos tratamientos y procedimientos médicos.
Es importante que los pacientes se informen sobre las coberturas de su seguro médico antes de someterse a cualquier intervención médica.
En caso de que el paciente no tenga acceso a la atención sanitaria necesaria debido a problemas de cobertura del seguro médico, y como consecuencia de esta falta de atención se causen daños, podría ser un caso de negligencia médica por parte del sistema sanitario o seguro privado.
En caso de fallecimiento de un paciente debido a una presunta negligencia médica, los familiares del paciente pueden interponer una demanda por responsabilidad médica.
En España, el Código Civil establece que los familiares del paciente fallecido pueden solicitar una indemnización por daños y perjuicios si se demuestra que la muerte fue consecuencia de una negligencia médica.
Es importante que los familiares del paciente cuenten con asesoramiento legal especializado en estos casos.
En España, la Ley de Autonomía del Paciente y de Derechos y Obligaciones en materia de información y documentación clínica establece los derechos de los pacientes en relación con su atención sanitaria y establece medidas de protección contra la negligencia médica.
Además, el Código Penal contempla la responsabilidad penal de los profesionales sanitarios en caso de negligencia médica grave.
La Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias establece los requisitos de formación y competencias de los profesionales sanitarios para garantizar la calidad y seguridad de la atención sanitaria.
El Código Civil por su parte establece que será indemnizable cualquier daño producido como consecuencia de una negligencia.
En España, la responsabilidad civil por negligencia médica se rige por el Código Civil, el cual establece que toda persona que cause un daño a otra por acción u omisión voluntaria o negligencia, está obligada a reparar el daño causado.
En el caso de la negligencia médica, el profesional sanitario y el centro sanitario en el que se haya producido la negligencia médica -y sus seguros- son responsables de los daños causados al paciente, siempre que se acredite que se incumplieron los protocolos médicos aplicables al caso concreto.
Para demostrar que una lesión fue causada por negligencia médica en España, es necesario recopilar pruebas que lo demuestren, como informes médicos, historiales clínicos, testimonios de expertos y testigos, entre otros.
Además, es importante contar tanto con un informe pericial de un médico especialista como con la asesoría de un abogado especializado en negligencia médica para llevar a cabo el proceso judicial.
En España, la falta de información sobre los efectos secundarios de los medicamentos se rige por la Ley de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos y Productos Sanitarios, que establece la obligación de los profesionales sanitarios de informar al paciente sobre las características y riesgos de los medicamentos prescritos.
En caso de que el paciente no haya recibido la información adecuada, y como consecuencia de la falta de información se haya producido un daño, puede considerarse un caso de negligencia médica.
La falta de tratamiento adecuado por una enfermedad grave en España puede considerarse un caso de negligencia médica si se han producido daños como consecuencia de dicha omisión y se puede demostrar que el médico o el centro sanitario no han proporcionado al paciente el tratamiento adecuado según los protocolos médicos y las pautas establecidas por la profesión.
En España, para demostrar que la negligencia médica ha causado daños psicológicos, es necesario contar con informes médicos y psicológicos que acrediten un tratamiento de la patología durante el tiempo en el que esta se produjo, asimismo un informe pericial que establezca una relación causal entre la negligencia médica y los daños psicológicos sufridos por el paciente.
Además, es importante contar con la asesoría de un abogado especializado en negligencia médica para llevar a cabo el proceso judicial.
En España, las acciones por negligencia médica tienen un plazo de prescripción distinto dependiendo de la jurisdicción. habitualmente se establece el plazo de un año a contar desde el alta médica, en vía civil los casos prescriben a los cinco años a partir del momento en que produce el alta médica y en vía penal depende del delito que se haya cometido para poder determinar el plazo de prescripción.
Existe la posibilidad de que se suspenda la prescripción en algunos casos en los que no se ha podido determinar la existencia de la negligencia hasta pasado ese plazo.
Se trata de un asunto con muchos matices por lo que recomendamos que siempre sea analizado por un abogado especialista en negligencias médicas.
En España, los peritos médicos son profesionales especializados en valorar y dictaminar si ha habido negligencia médica en un caso concreto.
También son necesarios para determinar la valoración económica de un daño corporal.
Si se producen problemas con los peritos médicos, es importante contar con la asesoría de un abogado especializado en negligencia médica que pueda asistir al paciente en el proceso judicial y en la elección de peritos adecuados.
En España, los médicos en formación, también conocidos como médicos residentes MIR, están sujetos a la misma responsabilidad legal que los médicos titulados en el ejercicio de su profesión.
La Ley 44/2003, de Ordenación de las Profesiones Sanitarias, establece que los médicos residentes están sujetos a las mismas normas éticas y deontológicas que los médicos titulados.
Si bien, debido a que su actuación debe estar vigilada por un médico adjunto, su responsabilidad recaerá en muchos casos recaerá en el médico adjunto.
Por tanto, si un paciente sufre daños como resultado de la negligencia de un médico residente, el paciente puede presentar una demanda por negligencia médica contra el médico residente y contra la institución médica en la que esté realizando su formación, en España suelen ser los hospitales públicos.
La cirugía es una rama de la medicina que conlleva riesgos inherentes.
A pesar de los protocolos de seguridad establecidos, existen casos en los que los pacientes sufren lesiones durante un procedimiento quirúrgico debido a la negligencia médica.
En España, la Ley 41/2002, de Autonomía del Paciente, establece que los pacientes tienen derecho a recibir información clara y detallada sobre los riesgos de los procedimientos médicos, incluidos los procedimientos quirúrgicos.
Si un paciente sufre una lesión durante un procedimiento quirúrgico como resultado de la negligencia médica, puede presentar una demanda por negligencia médica contra el médico y el hospital correspondiente.
Para analizar si los daños son propios de la intervención o son consecuencia de una negligencia médica debe analizarse el caso por un perito médico especialista y por un abogado especialista en negligencias médicas.
Los pacientes tienen derecho a recibir un tratamiento adecuado y oportuno para sus enfermedades graves, si un médico no diagnostica correctamente una enfermedad grave o no proporciona el tratamiento adecuado a tiempo, el paciente puede sufrir graves consecuencias.
En España, la Ley 41/2002, de Autonomía del Paciente, establece que los pacientes tienen derecho a recibir información clara y detallada sobre su estado de salud y los tratamientos disponibles.
Si un paciente sufre daños como resultado de una omisión negligente de un tratamiento adecuado por una enfermedad grave, puede presentar una demanda por negligencia médica contra el médico, el hospital correspondiente y sus seguros.
Además, la Ley 26/2007, de Responsabilidad Civil y Seguro en la Circulación de Vehículos a Motor, establece que los daños causados por la negligencia médica deben ser compensados económicamente por el médico o el hospital en cuestión.
Deberá acreditarse qué daños son consecuencia de la evolución de la enfermedad -no se podían evitar- o son consecuencia de la falta de tratamiento -se podían evitar-