El radiólogo ha sido condenado al pago de una cuantiosa indemnización al no interpretar correctamente la existencia de una trombosis en la arteria carótida interna y una clara asimetría de las carótidas internas.
Esta falta de diagnóstico, realizado ante un ictus transitorio impidió que el paciente fuera tratado adecuadamente de una de las situaciones con más posibilidad de desarrollar un ictus, el accidente isquémico transitorio.
De hecho, el paciente presentó con posterioridad un ictus que le dejó una grave minusvalía, que se habría evitado si se hubiese interpretado de forma correcta la prueba diagnóstica, el juez consideró que se trata de una negligencia médica que permitió el desarrollo del ictus.
La sentencia absuelve a la clínica, también demandada, ya que puso a disposición del radiólogo los medios suficientes para el correcto desarrollo de su labor.
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