Los pacientes tienen derecho a recibir un tratamiento adecuado y oportuno para sus enfermedades graves, si un médico no diagnostica correctamente una enfermedad grave o no proporciona el tratamiento adecuado a tiempo, el paciente puede sufrir graves consecuencias.
En España, la Ley 41/2002, de Autonomía del Paciente, establece que los pacientes tienen derecho a recibir información clara y detallada sobre su estado de salud y los tratamientos disponibles.
Si un paciente sufre daños como resultado de una omisión negligente de un tratamiento adecuado por una enfermedad grave, puede presentar una demanda por negligencia médica contra el médico, el hospital correspondiente y sus seguros.
Además, la Ley 26/2007, de Responsabilidad Civil y Seguro en la Circulación de Vehículos a Motor, establece que los daños causados por la negligencia médica deben ser compensados económicamente por el médico o el hospital en cuestión.
Deberá acreditarse qué daños son consecuencia de la evolución de la enfermedad -no se podían evitar- o son consecuencia de la falta de tratamiento -se podían evitar-