En España, para demostrar que la negligencia médica ha causado daños psicológicos, es necesario contar con informes médicos y psicológicos que acrediten un tratamiento de la patología durante el tiempo en el que esta se produjo, asimismo un informe pericial que establezca una relación causal entre la negligencia médica y los daños psicológicos sufridos por el paciente.
Además, es importante contar con la asesoría de un abogado especializado en negligencia médica para llevar a cabo el proceso judicial.