En España, los médicos en formación, también conocidos como médicos residentes MIR, están sujetos a la misma responsabilidad legal que los médicos titulados en el ejercicio de su profesión.

La Ley 44/2003, de Ordenación de las Profesiones Sanitarias, establece que los médicos residentes están sujetos a las mismas normas éticas y deontológicas que los médicos titulados.

Si bien, debido a que su actuación debe estar vigilada por un médico adjunto, su responsabilidad recaerá en muchos casos recaerá en el médico adjunto.

Por tanto, si un paciente sufre daños como resultado de la negligencia de un médico residente, el paciente puede presentar una demanda por negligencia médica contra el médico residente y contra la institución médica en la que esté realizando su formación, en España suelen ser los hospitales públicos.